El Alzhéimer se caracterica por ser una enfermedad neurodegenerativa con múltiples y diversos síntomas. Se trata de una enfermedad que puede comenzar de muy diferentes formas, desde el deterioro cognitivo, pérdidas de memoria, hasta por cambios en la conducta.
Si hablamos de síntomas del Alzheimer, el más común a nivel psicológico o cognitivo al inicio de la enfermedad, son las pérdidas de memoria. La persona comienza a confundirse y a tener problemas para orientarse, olvidar los nombres propios de las personas conocidas, etc… Pero además de las pérdidas de memoria, existe otra serie de síntomas psicológicos de la enfermedad.
Alzheimer y psicología, ¿Cuáles son sus síntomas psicológicos?
La demencia tipo Alzheimer presenta diferentes síntomas psicológicos. Uno de los síntomas que se presentan a nivel psicológico es la apatía y la depresión. El sufrimiento y depresión de la propia persona, y el de los familiares, produce que la depresión y la apatía en la persona se acentue todavía más.
Estos son algunos de los síntomas psicológicos que se pueden presentar en el Alzheimer.
- Depresión, tristeza, apatía o falta de interés en general
- Ansiedad
- Euforia exagerada
- Cambios de humor, irritabilidad
- Alucinaciones o percepciones distorsionadas
- Cambios en la conducta como agresividad, desinhibición o hiperactividad
Estos síntomas de tipo psicológico son muy variados y pueden presentarse en diferente intensidad y gravedad. Algunas terapias, como la estimulación cognitiva, pueden ser de ayuda a la hora de reducir estos síntomas. Por supuesto, en unos casos los síntomas son más graves que otros, y por tanto más difíciles de paliar o eliminar. La implicación de los familiares y cuidadores siempre es de gran importancia. Encuentra profesionales que puedan asesorarte sobre cual es la mejor terapia: centro de Psicología Aquiles en Vecindario.
La estimulación cognitiva es importante a la hora de frenar los síntomas y frenar el deterioro producido por la enfermedad. Los ejercicios de estimulación de las funciones cognitivas pueden hacerse en casa, pero también en grupo, y esto es muy beneficioso. Que la persona interactue con otras personas es de gran ayuda. Un ejemplo de actividad grupal son los juegos de mesa, o resolver rompecabezas con otras personas.
¿Como tratar con los síntomas?
A la hora de tratar con los síntomas, es importante priorizar aquellos que entrañen un mayor peligro. Un ejemplo sería la desorientación. Si el adulto mayor se desorienta, es importante tomar una medida como no dejar que salga solo de casa. También puede ser de utilidad que la persona lleve algún tipo de identificación, como el teléfono de los familiares en alguna medalla, pulsera, etc… También pueden ser datos de interés como su nombre o la dirección de casa.
Por otra parte, es importante modificar el día a día de la casa, aquellas costumbres o patrones de conducta necesarios para prevenir situaciones desagradables o de peligro. Al igual que con los niños pequeños, cuando hay un adulto mayor con Alzheimer en casa, hay que retirar todas aquellas cosas con las que puedan hacerse daño, como fuego, utensilios eléctricos, productos de limpieza, sustancias químicas, etc…
Retirar del alcance de la persona con Alzheimer todos estos objetos y sustancias puede convertirse en todo un reto, ya que contener a un adulto mayor es muy diferente (y más complicado) que contener a un niño pequeño.